La declaración de la gobernadora sobre la elección del Director de la Cámara de Comercio de Cali deja claro que busca desmarcarse de cualquier influencia en el proceso. Sin embargo, el hecho de que mencione la persecución política y los intentos de veto a funcionarios de su administración sugiere que el tema ha generado fuertes tensiones.
Su llamado a la neutralidad parece una respuesta directa a quienes la acusan de intervenir, pero al mismo tiempo reconoce que valora a uno de los candidatos, lo que puede interpretarse como una señal indirecta. En este contexto, la elección se convierte no solo en una decisión empresarial, sino en un campo de batalla político.
¿Crees que la Junta Directiva podrá aislarse realmente de estas presiones o que la elección estará inevitablemente influenciada por estas disputas?
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