El reciente despliegue de un hospital de campaña en El Plateado, Cauca, ha sido presentado como un gran avance en la garantía del derecho a la salud para miles de habitantes de esta zona históricamente golpeada por la violencia y el abandono estatal. Sin embargo, tras la euforia inicial, surgen cuestionamientos sobre la categoría y capacidad real de esta infraestructura sanitaria.
Médicos, habitantes y analistas coinciden en que, más allá de la buena intención del Gobierno, es imperativo que la Secretaría de Salud departamental certifique oficialmente el tipo de hospital que se ha instalado. No es un detalle menor. La clasificación en el Sistema General de Seguridad Social en Salud determinará el nivel de atención que puede prestar, los procedimientos que podrá realizar y los recursos que se le asignarán para su operación y sostenibilidad.
Por ahora, el hospital está compuesto por carpas interconectadas, un modelo utilizado en situaciones de emergencia o desastres naturales, pero insuficiente para garantizar atención médica de calidad a largo plazo. Se necesitan condiciones adecuadas para garantizar seguridad estructural, equipos de tecnología avanzada y personal especializado. Las quejas de los habitantes ya empiezan a escucharse: la fragilidad de las carpas ante el clima, la limitada capacidad instalada y la incertidumbre sobre su permanencia generan dudas sobre la solidez de la propuesta.
El Estado no puede permitirse improvisaciones en materia de salud. La comunidad de El Plateado merece respuestas claras y soluciones concretas. Por ello, es fundamental que la Secretaría de Salud se pronuncie con rapidez y determine en qué categoría se configura este hospital. Si solo es un centro de atención primaria, se deben gestionar remisiones eficientes a hospitales de mayor complejidad. Si se pretende que funcione como hospital de referencia, debe cumplir con los estándares exigidos por la normatividad vigente.
Las autoridades deben definir si este hospital es una solución real o simplemente un parche temporal. La salud de los habitantes de El Plateado no puede quedar en el aire.
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