El dueño de la REVISTA SEMANA y jefe de Vicky Dávila FINANCIÓ MILLONARIAMENTE la campaña de PETRO

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¿Sabías que Jaime Gilinski, dueño de Semana, le prestó miles de millones a la campaña de Gustavo Petro?
Sí. Aunque parezca contradictorio, el banquero detrás del grupo Gilinski, propietario de la revista Semana y jefe directo de Vicky Dávila —una de las voces más estridentes de oposición al actual gobierno— fue determinante para la llegada de Petro al poder. Según registros oficiales de financiación electoral, Gilinski concedió un préstamo millonario a la campaña presidencial del hoy mandatario. Esta conexión, poco difundida, revela que detrás de los discursos encendidos y las tensiones ideológicas mediáticas, operan redes de intereses económicos más pragmáticas que dogmáticas.

El poder no tiene ideología: tiene intereses.
Desde la politología, este caso es ejemplar. Muestra cómo el financiamiento político no siempre responde a lealtades ideológicas, sino a cálculos estratégicos. Gilinski, como banquero, entendió que apostar por Petro podía representar una jugada ganadora en un escenario de cambios inevitables. La paradoja de que Semana se haya convertido en bastión opositor después de esa ayuda financiera expone una dinámica más profunda: los medios, más que actores ideológicos, son plataformas de poder. En Colombia, los dueños del capital político y económico negocian, se enfrentan o se alían, dependiendo de las circunstancias. La pregunta que queda es: ¿qué gana o ya ganó Gilinski con esa movida? En política, nada es gratuito.

¿Sabías que Jaime Gilinski, dueño de Semana, le prestó miles de millones a la campaña de Gustavo Petro?
Aunque hoy Semana es percibida como un bastión de oposición al gobierno Petro, lo cierto es que el grupo Gilinski fue fundamental en su ascenso al poder. En 2018, el Banco GNB Sudameris —propiedad de la familia Gilinski— le prestó $5.000 millones a la campaña presidencial de Petro, según informes oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE). El dato es contundente: el mismo grupo económico que hoy sostiene uno de los medios más críticos del Ejecutivo fue clave en su financiación inicial. Esta aparente contradicción expone la distancia entre la narrativa pública y los intereses reales que se mueven tras bambalinas en la política colombiana.

Petro no recibió grandes donaciones LEGALMENTE, se financió con préstamos bancarios, y el banco de Gilinski fue su principal salvavidas. ¿Oposición? ¿O alianza oculta?

Pero la historia viene de antes… En los años 90, Petro votó en el Congreso a favor de que los Gilinski compraran el Banco de Colombia, en una privatización muy polémica.

[Fuente: Las2Orillas / Archivo Congreso]

Petro justificó su voto diciendo que el Estado estaba quebrado. Pero los hechos hablan:

Gilinski compró el banco.

Décadas después, financió su llegada a la presidencia.

¿Sabías que Jaime Gilinski, dueño de Semana y jefe directo de Vicky Dávila, le prestó $5.000 millones a la campaña de Gustavo Petro?
Sí, el banquero detrás de uno de los medios más “opositores” fue clave para que Petro llegara a la Casa de Nariño. En 2018, el Banco GNB Sudameris —de propiedad de la familia Gilinski— otorgó ese préstamo millonario a la campaña, según registros oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE).
La paradoja es evidente: quienes hoy lideran el discurso opositor desde medios privados, en su momento financiaron al mismo proyecto político que critican. Esta no es una contradicción ingenua, sino la evidencia de que el poder económico no juega a la ideología: juega a ganar.

Fuente: @Santiago Giraldo

@realsantig

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