El desafío del salto cuántico: Aprovechar los activos tangibles e intangibles del suroccidente colombiano

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Los activos tangibles e intangibles de los vallecaucanos, caucanos y nariñenses poseen un enorme potencial, pero lamentablemente, este no se ha traducido en un salto cuántico hacia el desarrollo, como sí lo ha logrado Perú con su gastronomía, cultura y turismo. Esto plantea una pregunta urgente: ¿qué falta para que estas regiones conviertan su riqueza cultural, artística y creativa en motores de progreso económico y social?

El ejemplo peruano y lo que podemos aprender

Perú es un caso paradigmático. Transformaron su cocina, sus textiles tradicionales y su patrimonio arqueológico en marcas internacionales.
Esto no ocurrió de manera espontánea, sino a través de:
Políticas públicas que incentivaron la promoción y protección de su patrimonio.
Alianzas público-privada que invirtieron en formación, innovación y comercialización.
Articulación entre los creadores y los mercados globales.

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El panorama en el suroccidente colombiano
Valle del Cauca, Cauca y Nariño tienen activos similares:

  • Gastronomía única (desde el sancocho de gallina hasta los envueltos de Nariño).
  • Tradiciones culturales de alto valor (como la música del Pacífico, el Carnaval de Negros y Blancos o las expresiones indígenas).
  • Recursos naturales que invitan al ecoturismo.

Sin embargo, la falta de políticas sostenibles y el escaso acompañamiento a los actores culturales han limitado su impacto. Los artistas, creadores y emprendedores de estas regiones enfrentan barreras como:
Falta de acceso a financiamiento.
Debilidad en la promoción internacional.
Escaso apoyo para desarrollar cadenas de valor.

El gran desafío de los gobernantes

El verdadero reto para los líderes del Valle del Cauca, Cauca y Nariño es crear un ecosistema creativo que impulse estos activos.

Para lograrlo, se requieren:
Políticas claras de protección y promoción: Incentivos tributarios, leyes de propiedad intelectual y programas de capacitación.
Infraestructura cultural y turística: Centros de formación, circuitos turísticos bien diseñados y tecnología para llegar al mundo digital.
Integración con mercados internacionales:
Desde ferias culturales hasta exportaciones de productos artesanales.

Un llamado al salto cuántico

El camino está trazado, pero exige liderazgo visionario. Los activos tangibles e intangibles de estas regiones tienen el potencial de ser mucho más que patrimonio; pueden ser una fuente de riqueza, identidad y desarrollo sostenible. El desafío está sobre la mesa. ¿Será este el momento en que los gobernantes tomen las decisiones correctas para que el suroccidente colombiano alcance su lugar en el mapa global de la creatividad y la innovación?

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