La reciente escalada de violencia en el Catatumbo nos ha conmocionado a todos los colombianos. Las imágenes de familias desplazadas, de comunidades aterrorizadas y de un territorio azotado por la violencia nos obligan a reflexionar sobre la fragilidad de la paz y la importancia de la solidaridad.
A través de una conversación telefónica con el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, he podido expresar mi profunda preocupación por la situación y mi compromiso de ayudar a los afectados. Desde el Valle del Cauca, hemos iniciado de inmediato un protocolo para enviar ayuda humanitaria, especialmente alimentos no perecederos, a las comunidades más necesitadas.
Este acto de solidaridad es un llamado a todos los colombianos para que se unan a esta causa. La violencia no tiene cabida en nuestra sociedad y debemos trabajar juntos para construir un país en paz.
La situación en el Catatumbo nos recuerda que la paz es un proceso constante que requiere el compromiso de todos. Debemos exigir a nuestras autoridades que redoblen sus esfuerzos para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, y que se investiguen a fondo los hechos y se lleven ante la justicia a los responsables de estos actos criminales.
Asimismo, es fundamental que la comunidad internacional se solidarice con Colombia y brinde su apoyo para superar esta crisis humanitaria.
Desde el Valle del Cauca, extendemos un abrazo solidario a los habitantes del Norte de Santander. Estamos con ustedes en estos momentos difíciles y seguiremos trabajando para construir un país más justo y equitativo para todos.
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