El Corredor Pasto-El Estanquillo: La Promesa Eterna que los Políticos Aman en Campaña

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El Corredor Pasto-El Estanquillo: La Promesa Eterna que los Políticos Aman en Campaña

Por AsiOcurrio

¡Oh, ciudadanos del sur de Colombia, regocíjense! El Corredor Vial Pasto-El Estanquillo, esa mítica doble calzada que promete unir Pasto con Popayán y hasta con Ecuador, está a punto de… bueno, no de construirse, pero sí de adjudicarse. Sí, otra vez. Después de más de una década de promesas, estudios que parecen escritos por novelistas de telenovelas y discursos políticos más largos que la vía misma, parece que algo se mueve. O al menos, eso quieren hacernos creer los políticos de Cauca y Nariño, que ya están afilando sus cascos de construcción para las elecciones de 2026.

Acompáñennos en este viaje por el tiempo, una odisea burocrática que hace que la espera por el final de una serie de Netflix parezca un parpadeo. Porque, queridos lectores, esta no es solo una carretera; es el sueño húmedo de todo político en campaña, un proyecto que lleva años siendo más promesa que realidad.

Línea de Tiempo: Una Carretera Llena de Baches Burocráticos

2013: El Gran Anuncio

Todo comenzó en 2013, cuando la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) anunció con bombos y platillos el corredor Popayán-Pasto, un ambicioso proyecto de 213 kilómetros que incluía el tramo Pasto-El Estanquillo. Variantes en Popayán, mejoras en Timbío, y una vía que esquivaría las fallas geológicas del sistema Romeral. ¡Qué maravilla! Se hablaba de seguridad vial, conectividad con Ecuador y un futuro brillante para el sur. Pero, como en toda buena telenovela colombiana, el primer capítulo terminó en un cliffhanger: nada pasó. Los estudios se apilaron, las reuniones se multiplicaron, y la carretera siguió siendo un sueño (Caracol Radio).

2019: La Doble Calzada, ¿Realidad o Espejismo?

Avanzamos al 2019, y el gobierno nacional, con la pompa de un reinado de belleza, confirmó que la doble calzada Timbío-El Estanquillo sería la base del proyecto. ¡Por fin, algo concreto! O eso parecía. La ANI dijo que el corredor Popayán-Pasto se entregaría en concesión en 2020, pero, sorpresa, el plazo se esfumó como el presupuesto de un municipio en diciembre. Mientras tanto, los políticos locales ya empezaban a posar con mapas y a prometer que “esto cambiará la región” (Occidente).

2022: Mesas de Trabajo y Más Café

En 2022, el gobernador de Nariño, Jhon Alexander Rojas, convocó una mesa de trabajo con la ANI para “revisar avances”. ¿Avances? Bueno, digamos que estaban en la fase de “estructuración”, que en lenguaje burocrático significa “seguimos hablando”. Se acordó otra reunión para marzo, pero si algo pasó, nadie lo notó. Lo único claro es que el café servido en esas reuniones debió ser de primera, porque las promesas seguían fluyendo (RAP Pacífico).

2023: Petro y su Gran Idea (Reciclada)

Llega 2023, y el presidente Gustavo Petro, con su característica elocuencia, propone una doble calzada entre Pasto y Popayán. ¡Qué novedad! Excepto que no lo era. El proyecto ya existía, pero Petro lo presentó como si hubiera descubierto la rueda. Habló de conectar Popayán con Chachagüí, pasando por Timbío y El Estanquillo, y mencionó que tramos como Chachagüí-Pasto ya estaban en marcha. Pero el tramo clave, el que realmente uniría el sur, seguía en el limbo. Mientras, los políticos de Cauca y Nariño tomaban nota: esto era oro electoral (Infobae).

2024: La Licitación, o el Primer Paso Real

En noviembre de 2024, la ANI dio un paso que casi nos hace creer que esto iba en serio: lanzó la licitación pública para la Asociación Público-Privada (APP) del corredor El Estanquillo-Popayán, con un presupuesto de $7,6 billones. El proyecto se dividió en dos fases: 1,5 años de preconstrucción y 4,5 años de construcción. Si todo sale bien, en 2030 podríamos estar viajando en una doble calzada. Si no, bueno, ya sabemos cómo termina esta historia (Portafolio).

2025: Adjudicación a la Vista, pero No Tan Rápido

Llegamos a abril de 2025, y la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, anuncia que el tramo Pasto-El Estanquillo está listo para adjudicarse en mayo, con una inversión inicial de $2,2 billones. Invías recibió 30 ofertas para los diseños y 41 para la interventoría, lo que suena impresionante hasta que recuerdas que esto es solo para los planos, no para la construcción. La obra podría empezar a finales de 2025 o inicios de 2026, pero no se hagan ilusiones: el corredor completo es otra historia (Portafolio).

Detalles del Proyecto: Más que una Carretera, un Culebrón

El Corredor Vial Pasto-El Estanquillo es parte de un proyecto más grande, el corredor Popayán-Pasto, que abarca 213 kilómetros y promete conectar el sur de Colombia con Ecuador. Según la ANI, incluye:

  • Variante de Popayán: 15 km con mejoras en seguridad vial y andenes.
  • Popayán-Timbío: 11 km con especificaciones mejoradas.
  • Timbío-El Estanquillo: 74 km, con una variante para evitar zonas geológicamente inestables.
  • El Estanquillo-Chachagüí: Ampliación de la carretera con mejores condiciones de velocidad y seguridad.

El presupuesto inicial para el tramo Pasto-El Estanquillo es de $2,2 billones, pero el corredor completo podría costar hasta $19,6 billones. Se espera que beneficie a más de un millón de personas en Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Putumayo, mejorando la logística de transporte y la competitividad regional (Portafolio).

Tabla Resumen del Proyecto

AspectoDetalles
Nombre del ProyectoCorredor Vial Pasto – El Estanquillo
Longitud Total213 km (corredor Popayán-Pasto)
Inversión Inicial$2,2 billones (tramo Pasto-El Estanquillo)
Presupuesto Total Estimado$7,6 billones (APP El Estanquillo-Popayán); $19,6 billones (corredor completo)
Objetivo PrincipalConectar Pasto con Popayán, mejorar movilidad y acceso a Ecuador
Ofertas Recibidas (2025)30 para diseños, 41 para interventoría
Presupuesto Licitaciones$3.335 millones (diseños), $663 millones (interventoría)
Fecha AdjudicaciónDiseños: 20 de mayo de 2025; Interventoría: 15 de mayo de 2025
Inicio ConstrucciónFinales de 2025 o inicios de 2026 (estimado)
Impacto EsperadoMejor conectividad, desarrollo económico, seguridad vial, logística eficiente

Impacto Esperado: ¿Un Sueño o un Espejismo Electoral?

Si este corredor se construye, podría ser un game-changer para el sur de Colombia. Reducirá los tiempos de viaje, mejorará la seguridad vial (adiós a los sustos en la Panamericana), y fomentará el comercio y el turismo. La ministra Rojas lo ha vendido como una herramienta de “justicia territorial”, una forma de conectar regiones marginadas y construir paz (Portafolio). Suena bonito, pero no nos dejemos deslumbrar por los discursos.

El impacto real dependerá de la ejecución. La región sur ha sufrido históricamente por su aislamiento, agravado por desastres naturales como los deslizamientos de 2023 en la Vía Panamericana, que dejaron a Nariño sin gasolina ni leche (Infobae). Una doble calzada podría mitigar estos problemas, pero solo si se construye bien y a tiempo, algo que, con el historial de este proyecto, es como pedirle peras al olmo.

El Circo Político: Sacando Pecho con Arena y Cemento

Y aquí viene lo más jugoso: el circo electoral. Con las elecciones legislativas del 8 de marzo de 2026 y la presidencial del 31 de mayo de 2026 a la vuelta de la esquina, los políticos de Cauca y Nariño ya están calentando motores (ColombiaOne). Este corredor es su boleto dorado. Imagínense las fotos: candidatos con cascos amarillos, señalando mapas con líneas rojas, jurando que gracias a ellos, el sur será el nuevo Silicon Valley. “¡Conectividad para todos!”, gritarán, mientras evitan mencionar que el proyecto lleva 12 años en el horno y que ellos solo están recogiendo las migajas de una obra que ni siquiera ha empezado.

No nos engañemos. Los políticos saben que una carretera, aunque sea solo una promesa, vende votos. Y en una región donde la gente está harta de esperar, cualquier anuncio suena a música celestial. Pero, ¿cuántas veces hemos oído lo mismo? Este proyecto ha sido la zanahoria colgada frente al burro desde 2013, y los políticos han aprendido a agitarla con maestría.

Desafíos: Porque Nada es Tan Fácil Como Parece

No todo es color de rosa. Construir una carretera en el sur de Colombia es como intentar armar un rompecabezas en medio de un terremoto. La región es propensa a deslizamientos, como los de 2023, y las fallas geológicas no se rinden fácilmente. La variante Timbío-El Estanquillo está diseñada para evitar estas zonas, pero la madre naturaleza no lee los planos (Caracol Radio).

Además, el presupuesto es un monstruo de varias cabezas. Los $2,2 billones iniciales son solo para el tramo Pasto-El Estanquillo. El corredor completo podría costar $19,6 billones, y en un país donde los sobrecostos son más comunes que el café, eso suena a receta para el desastre. Y no olvidemos el cronograma: si la construcción empieza en 2026, la obra podría estar lista en 2030… o en 2040, si seguimos al ritmo actual.

El Corredor Vial Pasto-El Estanquillo es, en teoría, una gran idea. Conectar el sur de Colombia, mejorar la vida de un millón de personas, y abrir las puertas al comercio con Ecuador suena a un sueño digno de un discurso presidencial. Pero en la práctica, ha sido una telenovela de 12 años, con más capítulos de relleno que acción real.

Mientras los políticos de Cauca y Nariño se preparan para sacar pecho en la campaña de 2026, nosotros, los ciudadanos, seguimos esperando. Porque en Colombia, las promesas son como el clima en el sur: cambian rápido, y a menudo, solo traen viento. Así que, queridos lectores, mantengan los ojos abiertos y los oídos atentos. Y si ven a un político con un casco de construcción, pregúntenle: “¿Y la carretera pa’ cuándo?”

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